Estoy loco por ti, eres mi rincón favorito de Madrid.

Hagamos que el 18 de cada mes sea algo mágico, algo nuevo que experimentar. Que los 27 sean días de resaca y los 14 un incentivo para malear. Hagamos de esto algo grande, algo enorme. Hagamos que no tenga que acabar. Yo te prometo un "hasta que el destino lo crea oportuno". Te prometo que cada uno de mis suspiros serán por y para ti, que no me voy a cansar de decirte al oído, suevemente y con voz picarona, que eres lo más bello que han visto mis ojos mientras te acaricio el pelo y consigo que te alegres. ¿Y tu? ¿Qué me prometes tu? Espero de ti algo más que un "buenos días, mi vida" cada mañana, los "aquí y ahora", algo más que poseer cada rasco de tu piel. Y con todo esto vengo a decir que te quiero, para mi, y como nadie mas te quiere. Que tu sí que eres mi jodida vida, que yo si que muero cada vez que meneas las caderas. Y que tu cuello... Tu cuello para mi es pecado capital. Y mira sí, soy mil cosas. Soy arrogante y caprichosa, incoherente y alocada. Soy lo que tu quieras que sea, pero a tu lado siempre seré mejor. Porque tu me mejoras. Sacas de mi todo lo bueno que durante tanto tiempo nadie supo exprimir. Y eso te hace grande, al menos ante mi corazón. Tu me entiendes, me relajas, me vuelves vulnerable. Eres capaz de hacerme volar sin levantar los pies del suelo, pequeño. Finalmente he de decir que ¡gracias por existir!